VOLVER

Museo

Inauguración Casa Museo Villa Albina

El proyecto para convertir Villa Albina en una Casa Museo atiende a las necesidades turísticas de la región y así lo comprendieron los miembros del Consejo Directivo de la Fundación Simón Patiño, tanto en Ginebra como en Bolivia, que confiaron y dieron su apoyo para regalarle a Cochabamba la belleza de Villa Albina, de la casa y sus jardines que, con tanta devoción, fueron cuidados desde el año 1964, cuando los herederos de los esposos Patiño donaron la propiedad en favor de la Fundación Universitaria Simón I. Patiño.

La Casa Museo Villa Albina se inauguró el 10 de mayo de 2019. Cada uno de los espacios fueron cuidadosamente preparados para su exposición, los muebles y enseres personales que dejó la familia revelan un valor que va más allá de su materialidad, pues muestran la historia evocada de la vida de Doña Albina y de sus hijos que, también con sus propias familias, habitaron la casa. Donde originalmente era el salón de juegos, se ha habilitado una Sala de Exposiciones permanente que ofrece muestras itinerantes dedicadas a la familia Patiño Rodríguez.

El recorrido en su totalidad, es una experiencia inmersiva en la que los visitantes podrán disfrutar el lugar donde Doña Albina y sus hijos compartieron momentos de familia y ser testigos de su fascinación por la naturaleza, así como por la belleza de los objetos y muebles que adornan la casa.

“No son los muros, ni el techo ni el piso que dan carácter a la casa, sino los seres que la hacen viva con su conversación, sus risas y sus amores…” (Ernesto Sábato)

Museo

Fotografía: Daniel Mejía - Bolivia 360°

Historia y Arquitectura

Villa Albina se erige imponente y sobria en medio de la maravillosa campiña cochabambina, a los pies de la cordillera del Tunari; es la casa de campo de los esposos Patiño, Simón y Albina.

 

Simón I. Patiño, amante de su patria y de su familia, fue el más grande industrial sudamericano de su generación, recibió por parte de la prensa internacional el nombre de El Rey del Estaño. A principios del Siglo XX, Don Simón ordenó la elaboración de los primeros planos para la construcción de Villa Albina y, hacia 1917 se inicia el trabajo de toda la obra arquitectónica que, además de Villa Albina, contemplaba la edificación de la Hacienda Pairumani, un complejo agrícola y ganadero con un nivel de tecnología muy elevado, que traería nuevos vientos a la agricultura local y del país. Se construyeron establos para ganado vacuno, corrales, porquerizas y caballerizas para los distintos animales comprados en Argentina, Estados Unidos y Europa. A estas instalaciones se sumaron una lechería, una fábrica de hielo y un molino industrial. Complementaron todo el complejo arquitectónico, las residencias para el personal, oficinas, talleres, la escuela y una posta sanitaria.

 

Para dotar de energía a Villa Albina y a la Hacienda, en 1922, se inició una labor titánica a 4000 metros de altura: la construcción de un dique de piedra y la creación de la laguna artificial de San Francisco, en la base del Tunari, cuyas aguas permitirían el riego de los cultivos y el funcionamiento de la planta hidroeléctrica, construida con tres generadores traídos desde Alemania. La central eléctrica, se encuentra edificada en el lugar donde actualmente funciona el Parque Ecoturístico de Pairumani.

 

Villa Albina

ARQUITECTURA

 

En medio de la Hacienda Pairumani, Villa Albina, con casi cien años de antigüedad, mantiene intacta la elegancia con la que fue diseñada por el Arquitecto francés José Turigas, con algunas modificaciones del Arquitecto Max Franz y edificada por el constructor francés Francisco Nardin, entre 1917 y 1927. Los materiales que se utilizaron para la construcción de Villa Albina fueron traídos de Europa.

 

Esta residencia ecléctica se inspira en elementos de la arquitectura historicista europea, combinando elementos, como un patio interior y la galería del segundo piso, ambos rodeados de salas, que responden al estilo de la casona local de origen colonial y republicano. El ingreso por el ala norte, conduce a un patio central cuadrangular en el que una fuente de agua, hecha en piedra, complementa el conjunto que se caracteriza por su luminosidad y tranquilidad.

 

DISEÑO

 

En el diseño interior de la casa, Villa Albina es un bello ejemplo de eclecticismo, donde los elementos heterogéneos se fusionan entre ellos de tal manera que el resultado es un conjunto de gran armonía e integración. En los detalles predomina el Art Déco, un ambicioso y lujoso estilo decorativo muy de moda en el París de principios de Siglo XX que está presente, por ejemplo, en los empapelados de las paredes donde abunda la simetría y el color, así como en las cortinas, en los adornos o en los cojines y biombos que visten las habitaciones.

 

Los ambientes son acogedores y están equipados con alfombras persas, lámparas forjadas en bronce, alabastro y arañas de cristal de roca. Los muebles tienen diversos estilos: sillas Luis XV y Luis XVI, sillones Reina Ana, escritorios y mesas de estilo Inglés o Imperio. El comedor principal es un bello Chippendale y en los dormitorios domina el mobiliario de estilo Directorio.

 

En la planta baja están ubicados varios salones de recepción y salas de juego, los escritorios de Don Simón y Doña Albina, el comedor principal y la sala de baile. La planta superior fue construida para las áreas privadas de la casa, dormitorios, baños y lugares de reposo. Las habitaciones están equipadas con variedad de objetos personales que se exponen a manera de recrear la vida cotidiana de la familia.

 

JARDINES

 

Los magníficos jardines ocupan cerca de 16 hectáreas y están embellecidos con especies arbóreas nativas e introducidas, algunas de ellas muy raras en el país, como las colecciones de varias especies de araucarias, encinos y magnolias. Una diversidad de flores bordea los senderos de piedra que, hacia el lado este, conducen a un espejo de agua con reminiscencias orientales que le otorgan al lugar un aspecto señorial y romántico. Fueron varios los especialistas encargados del diseño y cuidado de los jardines, entre ellos el Subdirector del Jardín Botánico de Santiago de Chile, Sr. Pereira y el japonés, Sr. Tanabe.

 

En el parque fueron colocadas dos esculturas talladas en mármol blanco, del taller de estatuaria parisina de Víctor Félix Cavaroc. Cerca al bosque de olivos centenarios está ubicada la estatua de la diosa griega Artemisa, conocida en la mitología romana como Diana, réplica de la emblemática escultura de la Antigua Roma “Diana de Versalles” creada en el siglo I y siglo II d.C., que se encuentra en la Galería de las Cariátides, en el Museo del Louvre, en París. Frente a Villa Albina, por el ingreso norte, se encuentra una maravillosa escultura del periodo Art Déco de las primeras décadas del Siglo XX, una mujer desnuda acariciando una paloma.

 

Hacia el lado oeste de la casa, se instaló una escultura en bronce de 40 cm. de altura, que corresponde con la representación de una bailarina que camina ligeramente distraida. Esta obra está firmada por Fritz Paul Zimmer (F.P. ZIMMER) quien fue un escultor, arquitecto y diseñador germano - estadounidense; nace en Alemania en 1895 y muere en Atlanta, Georgia, Estados Unidos, en 1975. Se cree que el nombre de la escultura que adorna el jardín de la Casa Museo Villa Albina es "Bailarina Balinesa" y data de, aproximadamente, 1926.

 

 

Museo

Albina Rodríguez de Patiño
Positivo sobre papel fotográfico
Fotografía: J. Johannessen

Pairumani, primera década del Siglo XX. Día de Campo. Don Simón I. Patiño, Doña Albina y sus tres hijas: Graciela, Elena y Luz Mila, en el bosque de olivos donde Don Simón prometió a Doña Albina edificar en el lugar una villa con su nombre.
Fotografía: Pablo Doffigny

Valparaíso, c. 1904
Retrato de familia. Positivo sobre papel fotográfico
Fotografía: Foto Kehle, antigua Spencer. Valparaíso

Doña Albina

Albina Rodríguez Ocampo nació en Oruro en el año 1873, en el seno de una respetada familia de aquella ciudad. En 1889 se casa con Simón I. Patiño quien sería su gran compañero de vida. Juntos fueron padres de René, Antenor, Graziella, Elena y Luz Mila Patiño Rodríguez.

Doña Albina acompañó la escalada hacia el éxito empresarial de Don Simón, camino que estuvo lleno de dificultades y que las enfrentarían juntos. C.F. Geddes en “Patiño Rey del Estaño”, relata en uno de los pasajes más conmovedores de la historia de la familia cuando, dejando la comodidad de su casa en Oruro, en 1899 Albina se traslada a Uncía para vivir con su esposo, acompañándolo en el día a día de las minas. Fue fundamental su apoyo cuando en momentos de crisis, para poder mantener la explotación de la mina, Doña Albina vendió sus pocas joyas, los muebles de la casa y algunos objetos caseros en Oruro, para pagar salarios atrasados y otros gastos que demandaba el mantenimiento del pequeño campamento de La Salvadora. “Patiño quedó hondamente conmovido por esa heroica resolución de “quemar las naves”, demostrativa de la absoluta confianza de su esposa y de que las palabras de la ceremonia nupcial, “para bien o para mal”, no eran vanas. De allí en adelante, tendrían que hundirse o salir a flote juntos”. En muestra de su agradecimiento, Don Simón le ofreció construirle un palacio algún día.

Doña Albina y sus cinco hijos, aún muy pequeños, llegaron a Uncía a habitar una pequeña casita de piedra situada a unos 200 metros de la mina La Salvadora. “Todo cambió desde el arribo de Doña Albina. La terrible soledad había llegado a su fin. Ella llevó un nuevo espíritu al campamento; no tardó en ganarse el respeto de los trabajadores mineros y cuando su esposo tenía que ausentarse, ella era el capataz indiscutido que podía adoptar las decisiones necesarias. Todo aquello debió de haber significado un tremendo cambio para la joven. Años más tarde, al hablar de su vida en el pequeño campamento, Doña Albina jamás mencionaba las dificultades y privaciones.” Relata Geddes.

Jóvenes aún, los esposos Patiño y sus hijos realizaron un viaje de vacaciones a Cochabamba y fueron invitados a pasar un día de campo en Vinto, bajo un huerto de añosos olivos. Don Simón, al ver que su esposa estaba encantada con el clima y el paisaje de Pairumani, le ofrece construirle, algún día, una casa de campo en la zona. Una promesa de amor y de profundo agradecimiento que se haría realidad en 1917 con el inicio de los trabajos de construcción de la Hacienda Pairumani y de Villa Albina, la edificación central de la propiedad.

Cuando el éxito de la Mina La Salvadora transformó la vida de los Patiño y trajo a su vez desarrollo tecnológico y de infraestructura a los centros mineros, Don Simón hizo construir un hospital en Catavi y otro en Uncía que llevaron el nombre de Doña Albina, en homenaje a su constante preocupación por la salud de los niños. También en 1912 los esposos financiaron la construcción del pabellón infantil del Hospital Viedma en Cochabamba y en 1964, luego de la muerte de Don Simón y Doña Albina, la Fundación Patiño continúo con la labor filantrópica de los esposos financiando la construcción del Hospital Infantil Albina Rodríguez de Patiño.

Albina Patiño fue además una mujer devota y muestra de ello es el impulso que le dio a varios proyectos que aportaron a la Iglesia Católica, por ejemplo la construcción de templos en los Centros Mineros y donaciones entre las que destacan el órgano de la Catedral Potosina, la torre de la Catedral de Oruro y el Santo Sepulcro donado a la Iglesia de la Compañía de Jesús, en Cochabamba. En 1950 fue distinguida por el gobierno boliviano con la condecoración del Cóndor de los Andes por sus actos en beneficio de la Patria y sus donaciones en favor de la cultura nacional.

Luego de la muerte de Don Simón en 1947, Doña Albina vivió en Cochabamba, en la casa que su esposo había construido para ella en las faldas del Tunari, en Pairumani. Villa Albina es el testimonio de aquella promesa de amor hecha años atrás, es el abrazo de Don Simón a su Albina, cobijándola hasta su retorno a Europa y su deceso en París en el año 1953.

Los restos de Don Simón y Doña Albina reposan en el Mausoleo familiar ubicado también en Pairumani.

Museo

Sala de Exposiciones

La Sala de Exposiciones se inaugura junto con la Casa Museo Villa Albina, en mayo de 2019. Dedicada a la difusión de muestras de artes gráficas y audiovisuales, está ubicada donde originalmente fue el Salón de Juegos de la casa.

 

La visita a la Sala de Exposiciones se realiza durante el recorrido guiado por la Casa. Actualmente está vigente la muestra “Don Simón y Doña Albina. Horizontes Compartidos”

Museo

Librería Boutique

Puede adquirir estas publicaciones en la Casa Museo Villa Albina.

No se encontraron resultados con esos parámetros de busqueda

Ver todos los Libros

Patiño: Rey del Estaño

Literatura

Geddes F. Charles

Ginebra: Patiño, 1984

411 páginas

Bs. 60

Historias de Oruro

Revista

Año 10, No.40. Edición noviembre de 2018. Centro Cultural de la Feria del Desempolvado. Fundacion Simón I. Patiño. Oruro - Bolivia

Bs. 30

Don Simón y Doña Albina. Horizontes Compartidos

DVD

Bs. 40

Fotografías para la historia. Simon I. Patiño: Estaño y Vida Cotidiana, 1900 - 1930

Memorias

Fundacion Simón I. Patiño

Fundacion Simón I. Patiño; Universidad Técnica de Oruro. La Paz: Espacio Simón I. Patiño, 2015 2.ed.

368 páginas

Bs. 250

Museo

Multimedia

No se encontraron resultados con esos parámetros de busqueda

Ver todos los archivos multimedia
Albina Patiño de Rodríguez
Don Simón y Doña Albina, HORIZONTES COMPARTIDOS
Villa Albina en construcción, década de 1920.
Villa Albina, una promesa de amor
Dormitorios de Doña Elena, Doña Graziella y Doña Luz Mila Patiño Rodríguez.